Sobre las defensas.

“La vida entera funciona sobre la base de la defensa.

Todo lo que hacemos, de alguna manera se ve afectado por nuestra necesidad de preservar la vida y defendernos contra la muerte, ya sea física, emocional o espiritual. Las defensas no son negativas intrínsecamente, son la manera que tienen los organismos de asegurar su supervivencia a todo nivel.

Empleamos el término defensa de un modo muy negligente e inapropiado. Cuando le decimos a alguien que actúa a la defensiva, la mayoría de las veces lo que en verdad queremos decir es que no ve las cosas a nuestra manera.

Un enfoque un tanto más elaborado del tema de las defensas sería considerar que, de muchas maneras, ellas son definiciones instintivas de lo que más necesitamos y valoramos como individuos y como grupos.

Sólo defendemos lo que nos resulta más significativo aquello que no nos pueden arrebatar porque sin ellos no podríamos vivir.

No nos ponemos a la defensiva porque nos han privado de algo que en principio nunca quisimos, sólo experimentamos dolor si somos vulnerables y sólo somos vulnerables si necesitamos algo y nos amenazan con la negación de eso que nos hace vivir.

De todas formas, las defensas de lxs demás pueden ser totalmente apropiadas para ellxs pero incómodas para nosotrxs si nuestras propias necesidades chocan con esas defensas.

Lo que constituye una amenaza para la vida en una persona, tal vez no lo parezca en otra y no hay nadie que esté en posición de decidir por lxs demás, independientemente de que los mecanismos en un área particular de la vida personal sean “normales” o “anormales”.

Dichas defensas existen por una razón y quizás sean absolutamente necesarias para la persona porque protegen algo muy vulnerable e importante en lo personal.

Las defensas deberán abordarse siempre con mucho respeto porque están muy adaptadas a la psique individual y a las necesidades de supervivencia de la persona.”

Liz Greene lo dijo una vez más.

Para repensar las defensas en un mes lunar 🦀❤️