
Los mandatos de lograr una pareja, una familia y especializarnos casi técnicamente para esto han funcionado para todxs.
Somos educadas para creer que la familia nuclear nos va a dar mayor espalda, mayor contención y que a través de esta nos realizamos. La familia y sobre todo la maternidad como institución, siguen llevandose toda nuestra energía y atención, generando una sobreexigencia.
Mucho de lo que hoy llamamos “deseo natural” en realidad, tiene una construcción histórica, basada en la imposición y en el hecho de reproducirse como forma de poder, y no como algo relacionado al amor.
“Nos han educado como cuidadoras: ese trabajo es gratis, es considerado como natural y no tiene paga. Nosotras debemos cuidar, amar, sostener.’’ Florencia Freijo
Algunas preguntas para hacernos:
¿Y si esa mujer o disidencia decidió maternarse a sí y dedicar su tiempo para sí mismx? Esto nunca es una opción.
¿Y si decide cuidar a otrxs a otros ecosistemas? Animales, plantas, trabajos, proyectos. Como si sólo se pudiese maternar desde nuestras trompas.
¿Cuántos varones cis sienten ese mismo condicionamiento a partir de la paternidad y las tareas del hogar?
Una encuesta sobre trabajo no remunerado y uso del tiempo pendiente del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos demostró que, del total del tiempo aplicado al trabajo doméstico no remunerado, el 76% corresponde a las mujeres y el 24% a los varones. (Una encuesta muy binaria lo sabemos)
Esto también es importante para resignificar a lo canceriano.
No va a ser lo mismo encontrarnos entonces con una carta muy canceriana de un varon cis que de una mujer cis o disidencia que hay una lista de mandatos completamente distinta.
Esto lo podemos pensar para Cancer y una Luna dominante natal. ❤️
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