El eje virgo piscis mantiene muchas veces la siguiente dinámica: ante el desorden interno, la confusión constante, el caos, la poca claridad y la duda la respuesta inmediata y compensatoria es: intentar ordenar compulsivamente con la sensación de que hay algo que así se organiza y deja de caotizarse.
Muy a lo mariekondo, a mayor caos genero un orden obsesivo y reluciente, me hago un excel, organizo las cuentas, veo si tengo algún asunto pendiente mientras todo afuera pareciera disolverse.
La sensación es la de estar presionando contra una puerta para que no entre el agua e inunde todo. En piscis hay un recelo ante lo simple de lo tangible y de lo material. La disolución necesaria a la que invita lo pisciano es a priori caotizante pero con la incómoda y hermosa consigna de que a veces al perdernos en esa nebulosa no solo encontramos nuevas formas sino que también nos encontramos a nosotrxs
Transformadxs.
Está claro que son necesarias ambas y por sobre todo un intento de equilibrio de las mismas. Y que para poder perderme lo suficiente tengo que tener una estructura yoica previa porque sino puede ser muy desordenador.
Sería algo como estar en la nebulosa lo suficiente como para que haya lugar para que entre lo nuevo pero también organizarme lo necesario para poder llevar una vida medianamente controlada y plena.
Mercurio hace cuadratura a Neptuno. Mientras viejas ideas yoicas se destruyen, otras nuevas hacen fuerza por aparecer
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